Cuidado de la piel ¿Qué debo hacer?



Cómo cuidar la piel

Nada como una piel bien hidratada, radiante, suave y llena de vida. Tenemos mucho que aprender de las culturas asiáticas donde le prestan especial atención  al cuidado de la piel.

En Corea del sur desde que son pequeños  les enseñan a hidratar la piel adecuadamente, a comer debidamente y a protegerse del sol. De la misma manera que acá en occidente nos encontramos con una persona que hacía mucho tiempo no veíamos y lo primero que le comentamos es: “estás más delgado o estás más grueso” en Corea del Sur el comentario obligado es con relación a cómo esa persona tiene su piel. El comentario sería algo como: “No te estás hidratando bien, tu piel lo dice todo” o “Se ve que te cuidas y alimentas bien porque tienes una piel radiante”. Vaya, que el mejor piropo que puedes conseguir allá estará relacionado, definitivamente, al estado de tu piel.

A nosotros puede parecernos un poco raro, pero no es así. Algunos dermatólogos dicen: “Déjame ver tu piel y te diré como vives” y es cierto. No es que sean adivinos. Lo que sucede es que nuestra piel es el espejo que mostrará cómo nos estamos alimentando, cómo estamos durmiendo, si estamos tomando la cantidad de agua que nuestro organismo necesita, etc.

Es importante entonces prestarle atención al espejo que es nuestra piel. Sí es posible tener una piel hermosa sin importar nuestra edad. Sólo lleva constancia y con los mimos adecuados podremos mostrar una piel radiante sin apenas darnos cuenta.

Pasos a seguir para tener una piel cuidada

Debes determinar en primer lugar cuál es tu tipo de piel.

Existen cuatro categorías generales que son:

Piel normal: es el término que se utiliza para referirse a una piel en buen equilibrio. No es ni demasiado grasa ni demasiado seca.

Piel Grasa: es el término utilizado para un tipo de piel que tiene una elevada producción de sebo. 

Piel Seca: es el término que se utiliza para describir a una piel que produce menos sebo que la piel normal. Como consecuencia de la falta de sebo la piel seca carece de los lípidos que necesita para retener humedad y formar un escudo que la defienda de los agentes externos.

Piel Mixta:  cuya característica es la combinación de alguna de dos de las anteriores categorías. Es una mezcla de tipos de piel.

Luego de definir cual tu tipo de piel para costumizar los productos según necesites empecemos a hablar de cuidados.


Pieles secas: deben usar leches limpiadoras hidratantes y aceites limpiadores que preserven la humedad natural de la piel del rostro, tónicos suaves, libres de alcohol y cremas hidratantes enriquecidas con urea, ceramidas y ácido huialurónico.

Pieles mixtas y grasas: geles de base acuosa, tónicos astringentes y cremas hidratantes libres de aceite.

Pieles sensibles: leches limpiadoras hidratantes sin aclarado. De ser cremas hidratantes hipoalergénicas con efecto descongestionante, calmante y regenerador, de ser posible, de cosmética natural.






Una vez que hayas encontrado los productos adecuados para tu tipo de piel, debes utilizarlos todos los días y de la manera que te indica el fabricante.

Uno de los pasos claves para cuidar la piel y mantenerla impecable es limpiarla cada día, tanto en la mañana como antes de dormir. Es es la manera más adecuada de mantener la piel libre de impurezas y los residuos de producto que se van acumulando a lo largo del día.

La limpieza facial nocturna elimina todas las impurezas para que los productos penetren y hagan sus trabajo durante la noche favoreciendo la regeneración celular.

La limpieza facial se completa con la aplicación de un tónico. Este es un paso que muchas se saltan por restarle valor y eso constituye un grave error. El tónico es fundamental ya que contribuye a restablecer el PH del rostro después de haber sido sometido a una limpieza. Además cierra los poros y ayuda a equilibrar la piel y a prepararla para los productos siguientes.

Al tónico le sigue la hidratación. Los productos usados para hidratar, como ya dijimos anteriormente, dependerá de tu tipo de piel. Puede variar,  puede ser un serum, una crema, una loción, una esencia, no importa. Lo que sí debe ser un producto cuyos ingredientes sean hidratantes o cumplan con la función de hidratar.





Hay productos naturales que son también muy efectivos para nutrir la piel y los tenemos en nuestra cocina.
Destacan como buenos aliados la miel, el yogurt natural, el aloe vera, la leche de coco, la zanahoria, entre otros. Si quieres aplicar a tu piel alguna receta natural te aconsejo que te cerciores de que sean orgánicos.

No te olvides de beber agua siempre tratando de llegar a los 2 litros diarios. Eso ayudará no sólo a tu piel sino a todo tu organismo a estar libre de toxinas y sustancias perjudiciales para la salud.

Un paso que también algunas pasan por alto es la exfoliación. Una o dos veces por semana es recomendable exfoliar tanto el rostro como el cuerpo para dejarlos libres de células muertas. Al exfoliar la piel queda no sólo limpia sino también adecuadamente lista para recibir el tratamiento que la ayude a estar siempre luminosa y renovada.

Otro aspecto que muchas suelen pasar por alto cuando de cuidado de la piel se trata, es el sol. El sol es uno de los agentes externos que más envejece la piel y puede provocar que aparentes más edad que la que realmente tienes, al dañar profundamente tu dermis.
Es muy importante que, sin importar la estación del año, protejas tu piel con Protectores solares. Sobre el factor a usar, la consistencia y formato del producto te puedes asesorar. Según tus necesidades específicas y el estado de tu piel, elegirás uno u otro pero siempre debes usarlo.

El contorno de los ojos y los labios es una de las áreas más finas y delicadas que poseemos por eso debes brindarles cuidados especiales. En el caso de los labios también debes exfoliarlos y mantenerlos hidratados con productos específicamente diseñados para su tipo de piel. El contorno de los ojos por su lado debes mantenerlo siempre humectado también con la crema adecuada y nunca estrujar los ojos ni aplicar demasiada presión sobre él. La razón es que la piel de esa área es muy sensible y se estira y daña con mucha facilidad.

No por dejarlo para el final tiene menos importancia y es la manera en que comemos. Una dieta sana y equilibrada es algo determinante para que la piel tenga una apariencia increíble, saludable y juvenil. Una buena dieta que beneficie tu piel debe ser rica en frutas, verduras, grasas saludables y antioxidantes.


¿Cómo estás cuidando tu piel?


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